IRÁN: Un Regalo para los Ojos y los Sentidos

Hay pocos países islámicos tan bellos como Irán. Intenso a la par que relajante. Moderno a la vez que tradicional. Y con mucha, mucha personalidad… Unos cuantos lectores me lo habéis pedido y ¡aquí lo tenéis! Bienvenidos a Oriente Medio¡Bienvenidos al increíble Irán!

IránNos quitamos el pareo de las Islas Marshall de hace siete días para irnos a tierras de civilizaciones milenarias y de conflictos aparentemente eternos. Hoy nos vamos a Persia (Irán) desde la óptica de las sensaciones, de los momentos que quedaron marcados en mi retina y de la curiosidad por lo que parece lejano y prohibido. Eso sí, como siempre, sin entrar en inclinaciones o debates políticos. ¡Aquí hablamos de viajes!

IránEn muchos países, el mero hecho de pensar en visitar Irán te podría tachar de loco, suicida o a saber qué más. No exageremos que no estamos hablando de Yemen o de Irak. También depende un poco de la nacionalidad de cada uno, claro…

No es tarea fácil elegir por dónde empezar y mucho menos resumir tanta grandeza en un puñado de palabras así que, simplemente, voy a comenzar a escribir y seguiré escribiendo hasta que se me agoten los recuerdos.

IránEl primer lugar al que llegué fue Teherán, la capital (pues mira qué fácil ha sido elegir, jeje). Esta capital, aparte de ser uno de los lugares en los que medio mundo tiene puestos los ojos, se debate entre la modernidad y la tradición. No sólo a nivel arquitectónico sino social.

IránPor un lado, encontramos la torre Milad, edificios que emergen hacia las alturas, circunvalaciones y iphones. Por otro, el Palacio de Golestán, los bazares, una longeva cultura y las largas charlas con un té en la mano.

Al mismo tiempo, conviven generaciones defensoras de las antiguas conductas y las censuras y otras generaciones, más recientes, que tienen la necesidad de expresarse, de sentirse dueños de sus vidas, de tener lo que ven más allá de sus fronteras. Todo un contraste.

IránTeherán no es ni de lejos la ciudad más impactante de Irán pero sí una toma de contacto con la realidad de un país que vive en el suspense del conflicto bélico o diplomático. Mal visto por muchos, amigo de otros… Una olla a presión que siempre tiene una llama encendida que la mantiene caliente.

IránUna de las cosas que más me sorprendió de la ciudad fue la cantidad de tiendas que venden libros. Libros por aquí, libros por allá… Sí que leen estos iraníes, si. Pero leen de derecha a izquierda… ¡excepto los números! Éstos los leen de izquierda a derecha. Qué movida, ¿no?

¡Pero no sólo libros! También fui testigo de cómo se venden tesis. Sí, sí, tesis doctorales, de fin de carrera… Habrá que irse allí a sacarse un par de carreras para ponerlas en el “currúsculo”. Aunque ya os digo que estoy convencido de que en otros países ocurre lo mismo pero… ¿¿en la calle y hasta en “tiendas”??

Irán

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IránRecordad que el idioma de esta nación no es el árabe. Ni siquiera ellos son árabes. Hablan farsí (o persa) y son persas (como las alfombras). No os penséis que porque hayáis estado una semana de vacaciones en Túnez en la que aprendisteis unas palabrejas en árabe, vais a poder utilizarlas allí porque corréis el riesgo de que no os entienda ni Blas (bueno, en este caso, ni el Ayatolá). Lo que sí son es musulmanes. En concreto, chiíes… tema “jot-jot”…

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¿Sabéis que el diamante rosa más grande del mundo está en Teherán? Pues sí y se llama Daria-i-noor (Mar de Luz). Es una piedra muy bonita pero, si la memoria no me falla, no le veo yo mucha diferencia con la circonita incrustada en un anillo muy fino que le regalé yo a mi primera novia. Con lo de fino me refiero al grosor… No sé, lo mismo sí me falla… pero ella iba tan contenta (o eso parecía).

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Tras unos días en la ciudad, la siguiente parada era Isfahán. Lugar al que llegué ahumado como un salmón porque en un semáforo, una anciana mujer, se metió por la ventanilla del coche con un recipiente que parecía un botafumeiro y me echó a saber qué conjuro ancestral para pedirme una propina a continuación.

Isfahán es una city digna de ser vista y disfrutada. Monumental como pocas, llena de rincones acogedores y vistosas mezquitas vestidas de impresionantes mosaicos azules. La plaza del Imán, sus paseos, palacios, un enorme bazar, bulevares y hasta una catedral. ¡Toda una joya!

Por las noches, da gusto irse a una de sus escondidas teterías para disfrutar de un ambiente auténtico. Te sientas, te tomas tu té y observas con detenimiento a tu alrededor. Una maravilla. Como en muchos países de la región, los hombres a un lado y las familias (o parejas) a otro. Es lo que hay.

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Otra vista nocturna que se te queda grabada es el puente Khaju. Con sus arcos, su iluminación y su tremendo reflejo en el agua. Es un puente por el que pasear o juntarte con los locales a cantar a capela canciones tradicionales (como si yo las entendiera pero es lo que parecía). En caso de duda, os arrancáis por bulerías y os quedáis con la tropa.

Irán

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IránLas gentes de Irán son muy hospitalarias. Te tratan muy bien. Y físicamente, no sé, me daba la impresión de ver dobles de Freddie Mercury por todos lados. La mayoría de ojos profundos y reflexivos. En general, todos muy atentos y agradables.

IránNormalmente, si les ofreces o quieres pagar algo, te suelen decir varias veces que no. Tienes que insistir ya que, a la tercera, te lo aceptarán. Que nadie se haga el listo y a la primera se de la vuelta, ¿eh? Es un tema cultural.

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Tienen muchas costumbres curiosas. Por ejemplo, la “negociación” de la dote. Acuerdan un número de monedas de oro (que cada una representa 10 millones de riales -unos 300 euros a día de hoy-) y, en caso de divorcio, el hombre se las debe pagar a la mujer en el caso de que no lo hubiese hecho ya. Una buena dote puede ser de unas 1.000 de estas monedas (las hay mucho más altas y también más bajas). Haced los números. No obstante, hoy en día las mujeres no viven en un entorno de igualdad precisamente aunque están algo mejor que en algunos países de la región.

IránY por hoy me planto. El próximo día os hablaré de otras ciudades míticas de Irán, sobre su comida, sus realidades y algunos lugares que quitan el hipo. Y es que este país da para mucho y mejor contarlo con calma.

Mientras tanto, si quieres leer sobre Oriente Medio, no te pierdas Irak, Yemen, Kuwait u Omán sobre los que ya he escrito con anterioridad. Cada uno con sus particularidades pero todos fascinantes.

¡¡Hasta la semana que viene!!

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3 reflexiones sobre “IRÁN: Un Regalo para los Ojos y los Sentidos

  1. Vladimir

    Reportaje de Usted mucho poderoso y con mucha substancia. Muchas gracias. Yo espero reportaje de San Petersburgo, Rusia, prometido.

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  2. Nahal

    Hola Jose Antonio que tal? Hacia muchos días que no me metía en mi correo y cual fue mi sorpresa que veo que hablas de mi adorado Iran!! K ilusión me hacen estas cosas. Sobre todo sabiendo que has recorrido todo el mundo y hables tan bonito de mi tierra, me produce una gran alegría. Me alegra que te hayas llevado un buen sabor de boca. Con ganas de que cuentes mas cosas y seguir disfrutando con la imaginación de tus viajes.

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