A veces nos ocurren cosas que van más allá de lo que podríamos esperar en un viaje. Eso es lo que me pasó a mí en Timor Oriental (o Timor Leste). Llegas tan tranquilo y te encuentras con una situación de esas de: “¿¿¿Pero qué está pasando aquí???“.
Seguro que a muchos de vosotros no os suena este país. Por un lado, es reciente su independencia (1975 de Portugal y 2002 de Indonesia) y, por otro, es difícil hasta de localizar en el mapa. Abrochaos los ojos que dejamos las paradisíacas playas de Aitutaki para irnos a lo más profundo del Sudeste Asiático…
Comenzaré por contaros lo variopinto del lugar. Es una mezcla curiosa de gentes, idiomas y arquitectura. Por un lado fue colonia portuguesa y, por otro, está inmerso en Indonesia. Más concretamente es la mitad de una isla compartida con este país. Cerca de la gran isla de Papúa y no muy lejos de Australia. Aún así, aporta su propio carácter.
De hecho, yo crucé parte del Pacífico Sur (allí me encontraba en ese momento) y toda Australia para llegar a tan remoto lugar.
Fueron tantos vuelos a horas inconvenientes y alguna que otra larga escala que llegué sin dormir. Estaba muy cansado y eran las 9:00am cuando llegué a mi hotel. Mi intención era echarme una siestecilla y salir a descubrir tan ansiado destino.
Todo parecía normal. El director del hotel me acompaño a la habitación pero le dije que era muy oscura y que viéramos otra. Cuando llegamos a la segunda, el hombre este empezó a comportarse de forma algo extraña y a preguntar muchas cosas. La conversación fue algo así. Al loro:
Director Extraño: “Y… ¿de dónde vienes?”.
Yo: “De España…”.
Director Extraño: “Ah… mira tú… Y… allí en España… ¿Estás casado?”.
Yo: “Pues no…”. Error, craso error…
Director Extraño: “Anda… debes de tener muchas mujeres…”.
Yo: “Pues no, la verdad…”. GRAN ERROR… Debí añadir: “Aunque con una buena sería suficiente…”.
Director Extraño: “A lo mejor hombres… un chico tan grande como tú…”.
Yo: “Perdone, ¿Cómo dice?”.
Director Extraño: “Seguro que todo es grande… mmm… ¿Cómo la tienes?”. En ese momento se puso la mano frente al paquete y empezó a marcar diferentes puntos incrementando la distancia con respecto al mencionado paquete mientras decía: “¿Así? o… ¿así? o quizás… ¿así de larga…?”.
Yo no daba crédito a lo que estaba escuchando y los pezones se me metieron hacia adentro. Mi instinto de supervivencia me hizo espabilarme, pegarme a la pared y olvidarme de la siesta. ¡Sólo me faltaba sufrir un asalto mientras roncaba!
Mis últimas palabras fueron: “Mire, creo que esta conversación es poco apropiada… y me acaban de entrar unas ganas de salir a descubrir su maravilloso país que no puedo esperar… ¡¡Cómo revitaliza este aire!!“.
Y como llegué, me fui. Y tan despierto estaba que, efectivamente, me fui a descubrir Dili, la capital. Yo respeto las inclinaciones sexuales de todo el mundo pero… ¡aquello fue un acoso en toda regla! Ahí queda eso…
Dili, y Timor Oriental en general, ofrece sensaciones diversas (bueno, ya lo habéis visto…). Mercados al estilo indonesio con sus pegajosos olores y gente sonriente, decadentes edificios portugueses cubiertos de maleza y unas playas fantásticas. Además, tiene un buceo de decente calidad.
Esa fue una de las actividades que hice aunque en una de las inmersiones estuvimos perdidos en el mar un buen rato. Afortunadamente no estábamos muy lejos de la costa y asomábamos la cabeza como las focas para orientarnos.
Me recorrí buena parte de la isla con un taxista muy simpático. Vimos desde coches totalmente calcinados en medio de la carretera hasta monumentos al más puro estilo Corcovado de Río de Janeiro y unas playas desiertas que quitan el hipo.
Una de las cosas de las que estaba bastante pendiente era de la abundancia de malaria en la región. No dejaba de ponerme repelente de mosquitos pero hubo un momento, al salir de bucear, en el que vi como un mosquito tigre se posaba en mi hombro y, aunque le pegué un manotazo que me dejó marca un par de días, me llegó a picar. Yo pensé: “Bueno, es un mosquito de dengue, no de malaria… no passssa ná…”.
Cuando volví a Darwin en Australia, conocí a un kosovar que vivía en Dili y que estaba pasando unos días de vacaciones. Mientras nos tomábamos una cervecita le pregunté por la malaria en Timor y me dijo: “¿Malaria? no, no mucha… PERO DENGUE… ¡¡¡UN HUEVO!!! ¡¡¡OJO CON EL DENGUEEEEEE!!!“. Me chafó el día… pero pasaron los días y, por suerte, no me dio ningún jamacuco.
En definitiva, mucho contraste, muchos recuerdos y, como ha quedado patente, un indeseado pretendiente.
¡¡Hasta la semana que viene!!
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Brother, felicidades por la visita a Timor Oriental y por el programa de Radio Euskadi de ayer de Levando Anclas, donde solo intervienen los grandes viajeros, como vos. Ya os había olvidado pero ayer al sintonizar la radio por casualidad volví a recordar sus aventuras. Sos muy grande!
Hola Isaac! Me alegro de que escucharas el programa y, como siempre, un placer saber de ti. Un abrazo!!
De estas cosas tienes que avisar, me hubiese gustado escucharte. Gracias por un post más, cierto que alegra los lunes. Saludos.
Hola Mario. No sabía con exactitud qué día iba a ser! No obstante, no te preocupes que la colgaré, ok? Para que la escuches. Un súper abrazo!!
Brother, ya agarré el programa de Levando Anclas, de RADIO EUSKADI. Acá va:
http://www.eitb.tv/es/radio/radio-euskadi/levando-anclas/2514928/3429426/jose-antonio-ruiz-de-isla-en-isla-por-el-pacifico-un-ano-en-benares/?_ga=1.66582445.2054029083.1422046186&__utma=31188204.2054029083.1422046186.1440452662.1440491639.157&__utmb=31188204.14.10.1440491639&__utmc=31188204&__utmx=-&__utmz=31188204.1440491639.157.139.utmcsr=google|utmccn=(organic)|utmcmd=organic|utmctr=(not%20provided)&__utmv=-&__utmk=225424984
Vos aparecés el primero en ser entrevistado. El domingo me había perdido el inicio y lo he vuelto a escuchar dos veces. Sos grande, brother, no sabía que vos ayudabas a los niños africanos del Congo de manera altruista construyendo una escuela para 200 párvulos con un misionero gallego. Además de ser GRAN VIAJERO tenés buenos sentimientos y eso os hace todavía más grande. Es un orgullo leer vuestras aventuras cada lunes, me afilio al “Club de los lunes del viajero José Antonio Ruiz Díez”.
Un abrazo.
Isaac desde Mar del Plata
Gracias Isaac por poner el link. Ya lo subiré a la página principal también. Sobre la ayuda que llevo a cabo en África, escribiré en profundidad en una sección aparte. Es una gran aventura! Abrazos amigo y gracias!
Ya me hacia falta la pildorita de los lunes. Tu blog me hace comenzar muy bien la semana. Un abrazo.
Gracias León! Me da mucha satisfacción saber que tu semana es mejor gracia mis palabras. Un abrazo!
Brother, hace tiempo os pedía pruebas de 10 lugares, entre ellos Timor Oriental, pues se me hacía raro que alguien declarara conocer casi todo el mundo, y desconfié. Pero hoy ya estoy casi convencido de que sois un crack. Pero…. ¡ahí te quiero ver! os voy a hacer la última prueba, la del algodón, para acabar de convencerme y calibrar a ver si estos diez sitios los conocés de boquilla o de verdad. Acá va eso:
1 – Angola
2 – Brunei
3 – El Rajastán en la India
4 – Myanmar (la antigua Birmania)
5 – Taiwán
6 – Haití
7 – Montserrat (pero no el monasterio catalán, sino una islita chica del Caribe
8 – Bielorrusia
9 – Tonga
10 – Cisjordania, o lo que se conoce como West Bank en inglés, más los Altos del Golán
Acá sí que os agarré, brother!
A ver cuántos de estos diez sitios conocés. Si sobrepasas el 50 por ciento acabaré de creeros y me quitaré el sombrero de gaucho ante vos.
un abrazo
Isaac Mar del Plata
Cómo te gusta hacerme estas pruebas!! que te puedo decir querido amigo… Saca el sombrero de gaucho pues… 100%. Pero, please, no me hagas más! Que no me gusta alardear aunque tampoco dejar de responder ni mentir. Un abrazo!
En Rusia acoso como a Usted acosa hombre director castiga Putin con encierramiento en mazmorra sin ventana durante mucho tiempo sin ver sol.
Cada país aplica la ley de una manera distinta. Allí no se andan con tonterías…